Un niño del campo se acerca a su padre que venía de trabajar, al mirar los pies de él llenos de tierra y resecos, le pregunta:
¿Papá no te cansa esta vida?
El hombre se sentó en la mesa mientras su mujer le hacía de comer, miró a su hijo y le dijo :
- Claro que es cansado, un trabajo bien hecho siempre será cansado, porqué sino no fuera trabajo ¿No crees?
- Algún día tu serás un gran hombre y estás tierras serán tuyas, más tu estudiarás y llegarás a ser un agrónomo muy bueno, tus pies no lucirán como los míos
El hijo se quedó con mil dudas en la cabeza, al llegar el día de su graduación en la universidad, todos iban muy bien vestidos, incluido él, sus papás le compraron el mejor traje, pero ellos irían así con su ropa humilde.
La vanidad invadió al hijo, pensó en negarlos ante sus amigos de la universidad, un profesor ya grande miró su confusión y le dijo:
- Nunca reniegues de tus padres, yo igual fui hijo de campesinos y pensé lo mismo que tú, pero te aseguro que tus padres valen su peso en oro, anda siéntete muy orgulloso de esos padres trabajadores
En su generación él diría unas palabras a todos y entonces dijo lo siguiente:
- Hace muchos años mi padre soñaba con verme realizado como agrónomo, cada día iba al campo con sus huaraches y pantalón de manta y mi mamá trabajaba duro en casa, mi viejo venía con ampollas en sus pies polvosos y mi mamá cada noche se los curaba
- Gracias a mi padre de pies polvosos, soy una persona ilustrada y te prometo padre que juntos trabajaremos las amadas tierras de tu querido rancho
El público se puso de pie y el subió a sus padres y los abrazó llorando emocionado. Ahora el trabaja esas tierras y lo primero que hizo fue comprarle unas botas a su padre para que nunca mas se lastimara los pies al trabajar aquellas tierras.